El Tribunal Administrativo Superior de Münster desacciona el engrandecimiento de la empresa Gebr. Klöcker en Borken-Weseke
La empresa Gebr. Klöcker quiere exactamente lo que la economía y la política esperan de las empresas interiores: Desarrollar, invertir y expandirse allí en su sitio en Alemania, en un parte pequeño de Borken que se llama Weseke. Pero el tribunal administrativo superior de Münster destruye a los planeamientos de la empresa produciendo mecatrónicos.
Como empresa internacional, Klöcker fabrica componentes mecatrónicos basando en la gasa de vuelta media, cruzada y completa para máquinas de lizos y máquinas Jacquard. En este momento, trabajan más que 40 empleados al sitio de Weseke. Klöcker habría creado once puestos nuevos, seis puestos de trabajo altamente cualificado y cinco puestos de formación. En lugar de eso, Klöcker forzosamente ampliará el sitio en Indonesia. La producción, la cual desplazaremos al país de salarios bajos Indonesia, es intensivo en cuanto al capital“, explica gerente Dr. Christoph Schwemmlein. Habitualmente, la producción en países de salarios bajos es intensivo en cuanto al trabajo, mientras que sea intensivo en cuanto al capital en países industriales como Alemania. “Entonces, habría sido mejor y más razonable expandirse en Alemania a causa del modo de producción intensivo en cuanto al capital“, dice Schwemmlein. Contratistas y artesanos de la región habrían exclusivamente sacado provecho de la ampliación de unos 5.500 metros cuadrados por pedidos nuevos.
Desde hace los principios del abril existe el juicio del Tribunal Administrativo Mayor. La empresa Gebr. Klöcker no tiene permiso de ampliarse en su sitio alemán en Borken-Weseke. Razón: El tribunal no reconocío el plan de construcción lo cual el municipal había elaborado. Un vecino directo de la empresa había demandado contra la empresa porque quiso usar parte de su terreno como terreno edificador. No tuvo éxito con su demanda, pero jugó otra carta. “Cuando notó que no funciona, inició un proceso para controlar si las normas son compatibles con la ley“, explica Schwemmlein. El resultado: se tiene que crear un plan de construcción completamente nuevo.
Plan de construcción negado
Según el Tribunal Administrativo Superior, Klöcker no tiene permiso para construir porque eventualmente se podría usar el terreno vacante como comercio al por menor, por ejemplo como emporio. “El municipal de Borken nunca lo permitía“, sabe Schwemmlein. Pero en el plan de construcción, falta la regulación correspondiente excluyendo tal utilización. La sóla palabra eventualmente sería suficiente al tribunal por desbaratar el plan de construcción.
„No tenemos ningún tiempo“
Bien es verdad que el proceso del tribunal aclaró que un plan nuevo solucionaría el problema, pero se necesita mucho tiempo. Tiempo lo cual no tiene la empresa Klöcker. “Hemos aguardado seis años para poder empezar con la construcción de los dos naves de producción nuevos“, explica Schwemmlein. “Pasarán ocho meses hasta el consejo del municipal habrá aprobada un plan de construcción nuevo“, así el gerente. “La inspección técnica de vehículos solamente revisa el escape defecto cuando el vehículo no pasa el test, en el caso de un plan de construcción se revisan completamente todas cosas otra vez“, Schwemmlein compara.
Además, entonces se podría iniciar otro proceso contra un plan nuevo para controlar si las normas son compatibles con la ley dentro de un año. “Probablemente, el vecino aguardará otra vez hasta el día última del plazo“, opina Schwemmlein amargado. Dos años más pasarían, hasta que el tribunal decidiría de nuevo. “No podemos permitirnos aguardar tal tiempo largo“, dice el gerente frustrado. “Finalmente, tenemos que aseguar nuestro eficiencia de entrega. Hay que ejecutar ordenes.
Juicio destruye esperanzas
Schwemmlein es particularmente desencantada del hecho que no se puede crear onze puestos de trabajo como planeado. “Se destruyó las esperanzas de la gente joven en cuanto a un puesto de trabajo por el juicio del tribunal, lo siento mucho.“ Ahora, Klöcker forzosamente ampliará su sitio en Bandung (Indonesia) por 2.000 metros cuadrados y crear seis puestos de trabajo ahí.
Fuente: Revista económica “Wirtschaftsspiegel“ / Sandra Niehaves-Tanjsek / mayo de 2006