Desarrollo de la casa

La historia de los Hnos. Klöcker se remonta alrededor de 300 años. Los primeros apuntes oficiales de la empresa de Borken datan del año 1846. Desafortunadamente, todos los documentos de la historia de Klöcker más vieja han sido destruidos durante dos incendios graves.

Los Hermanos Klöcker siempre han sostenido su posición en el mercado sin algunas subvenciones, inicialmente con la producción de muebles de madera de alta calidad en el sitio original enfrente de la iglesia en el centro de Borken-Weseke.

La revolución industrial beneficia especialmente la expansión del sector textil en la región Münsterland en Alemania Oeste. Por esta razón, accesorios de madera para telares mecánicos son incluidos en el programa de producción. En el curso de este desarrollo, los Hermanos Klöcker se concentran en la fabricación de lanzaderas de tejedura – en el lenguaje popular también conocidas como buques de tejer – y llegan a ser conocidos internacionalmente como uno de los líderes ofrecedores de calidad para lanzaderas de tejedura automáticas durante este tiempo.

Como fabricante de lanzaderas alemán, Klöcker comienza producir piezas de repuesto metálicas para la industria textil al comienzo del siglo 20, especialmente porque materias primas alternativas más y más reemplazan madera en la fabricación general de máquinas.

Sin embargo, se continúa a producir muebles paralelamente además.

Inmediatamente después de la segunda guerra mundial, el sitio original en Flopsplatz es víctima de un incendio. Pagos de seguros – que han sido pagados en Reichsmark en un tiempo récord – son prácticamente sin valor debido a la reforma monetaria que viene. No obstante, la reconstrucción de la empresa es efectuada por el compromiso personal y sin precedente de los propietarios de entonces, los Señores Heinz y Franz Klöcker.

En el año 1948, consecuentemente, un nuevo comienzo es emprendido en el sitio actual en la calle Hauptstrasse: El sector de muebles es dejado en favor de una intensificación de producción de accesorios para máquinas de tejer. Los Hermanos Klöcker construyen un edificio en el sitio actual. Un departamento propio para accesorios mecánicos es establecido.

Durante los sesentas y setentas, el telar experimenta innovaciones esenciales. Para alcanzar altas velocidades, las lanzaderas de huso son sustituidas por lanzaderas automáticas. Estas todavía son de madera comprimida y forman el enfoque de la gama de productos. Klöcker nunca ha respondido de la lanzadera de huso plástico cualitativamente inferior la cual todavía es inyectada en China mil veces hoy en día.

En el año 1974, un incendio grave destruye la empresa Klöcker en el sitio en Hauptstrasse de nuevo. Hay rumores de incendio provocado. La empresa es restablecida. Dos nuevas naves siguen durante los próximos años.

Al fin de las setentas, la industria textil experimenta un cambio dramático. Países con costes salariales bajos implican problemas serios para la industria nacional. El mercado es conquistado por las máquinas de tejer automáticas, transportando el hilo de trama por los así llamados proyectiles, garfios o por fuerza aérea o hidráulica con velocidades significativamente más elevadas que lanzaderas de tejedura pueden llegar a alcanzar. Hasta unas 1.200 pasadas por minuto son relizadas en práctica hoy en día – para proyectos de demostración en ferias, hasta unas 2.000 pasadas incluso pueden ser logradas.

Ahora, se corta el hilo de trama en los lados del tejido y por eso se necesita un ligamento separado. Los Hermanos Klöcker crean y patentan la primera instalación para esta aplicación – el nacimiento del dispositivo K-MAG® de gasa de vuelta Klöcker.

En el curso de un cambio de la dirección en el año 1990, los empresarios de entonces, los Señores Heinz y Franz Klöcker, entregan la responsabilidad de la empresa sin reserva a sus sucesores y socios directores actuales Matthias Klöcker y Dr. Christoph Schwemmlein que expanden el departamento de desarrollo en el sitio de Borken gradualmente.

Versiones mecánicas son optimizadas sucesivamente en cuanto al material. Entre otros, compuestos de fibria de carbono son empleados. Después, componentes mecatrónicos, ajustados a los modelos de máquinas de tejer modernos, son convertidos adicionalmente. Importancia especial es considerada a así la llamada conexión CAN-Bus.

Al comienzo del año 1990, la casa Klöcker atiende el primero estudiante diplomandonse y de aquí en adelante enfoca la cooperación estrecha con universidades dentro y fuera del país acompañando científicamente estudios diploma respectivamente después estudios Bachelor y Máster.

Simultáneamente, la producción está siendo externalizada a Indonesia durante los mediados de los años 90, un sitio de producción para accesorios de máquinas de tejer es edificado en Bandung. Sin embargo, la selección así como el corte, el secado y la compresión de la materia prima requirada para las lanzaderas de tejedura – madera blanca de haya de Croacia – es efectuado todavía en Borken debido a los conocimientos técnicos que están disponibles en el sitio en Alemania.

La nueva empresa SKD resiste la crisis ulterior de Asia, particularmente porque máquinas de tejer basando en lanzaderas son difundidas ampliamente hasta la fecha y la empresa está bien posicionada en términos de capital. Empleando los más modernos métodos de producción y de trabajo, la compañía SKD se desarrolla de una manufactura sóla para lanzaderas de tejer a ser una empresa productora poderosa en materia de accesorios para máquinas de tejer durante los años. SKD entonces produce en un área de aproximadamente 6.000 m² que está sujeto a dos naves y dependencias propias en Bandung, Indonesia.

La orientación consecuente que se concentra cada vez más en componentes mecatrónicos se manifiesta en la entrega del premio de innovación para la gasa de vuelta a hélice® Klöcker en el año 1997.

Con el cambio del milenio, Klöcker implementa un sistema de gestión de calidad certificado conforme con la norma DIN EN ISO 9001 así como del medio ambiente conforme con la norma DIN EN ISO 14001 después de una comprobación extensa por la asociación responsable de inspección técnica (TÜV). También la ubicación indonesia se orienta por estas regulaciones. Se celebra la certificación junto con numerosos invitados de economía, política y administración.